lunes, 20 de octubre de 2008

EL LADRILLO: PIEZA CLAVE DE LA CONSTRUCCIÓN

Sinopsis: el ladrillo a través de la historia
La invención del ladrillo supuso un gran avance en la historia de la arquitectura mundial. Materiales tan susceptibles como el adobe o tan costosos y pesados como la piedra, se han visto relegados a un segundo plano en la mayoría de trabajos de albañilería. Se estima que los primeros ladrillos fueron creados alrededor del 6.000 a. C. en comunidades primitivas sedentarias. Posteriormente con la formación de culturas, su uso se diversificó alcanzando una gran importancia con la Cultura Romana. Por ejemplo, los monumentos erigidos con ladrillo podían ser recubiertos con piedra y estuco para mejorar el acabado. De esta forma, los romanos se convirtieron en los grandes difusores del uso del ladrillo, pues a su accesibilidad se añadía la posibilidad de producir grandes cantidades a corto plazo, con la consiguiente reducción de costos y de tiempo. Además, constituían un material muy resistente que podía conseguirse de diversas formas y tamaños.
Actualmente su uso es indispensable en la construcción, la misma que en los últimos años ha alcanzado un gran apogeo en nuestro país.
Los Ladrillos como elementos constructivos:
El ladrillo, constituye una pieza clave en el desarrollo de innumerables obras de ingeniería civil, ya que sumado a sus excelentes propiedades, encuentra en el cemento a su mejor aliado, formando así la columna vertebral de la arquitectura moderna.
Este material, compuesto por masa de arcilla cocida, es una pieza cerámica de forma ortoédrica en el que sus dimensiones reciben el nombre de soga, tizón y grueso (largo,ancho,grosor)
Existen diferentes formatos de ladrillos, por lo general de un tamaño que permita manejarlo con una mano. En particular, destaca el formato , en el que las dimensiones varían entre 24 x 11,5 x 6 cm.
Proceso de fabricación de ladrillos:
Hoy en día, en cualquier fábrica de ladrillos, se llevan a cabo una serie de procesos estándar que comprenden desde la elección del material arcilloso, al proceso de empacado final. La materia prima utilizada para la producción de ladrillos es, fundamentalmente (como ya se dijo), la arcilla. Este material está compuesto, en esencia, de sílice, alúmina, agua y cantidades variables de óxidos de hierro y otros materiales alcalinos, como los óxidos de calcio y los óxidos de magnesio.
Las partículas de materiales son capaces de absorber higroscópìcamente hasta el 70% en peso, de agua. Debido a la característica de absorber la humedad, la arcilla, cuando está hidratada, adquiere la plasticidad suficiente para ser moldeada, muy distinta de cuando está seca, que presenta un aspecto terroso.
Durante la fase de endurecimiento, por secado, o por cocción, el material arcilloso adquiere características de notable solidez con una disminución de masa, por pérdida de agua, de entre un 5 a 15%, en proporción a su plasticidad inicial.
Una vez seleccionado el tipo de arcilla el proceso puede resumirse en:
Maduración
Tratamiento mecánico previo
Depósito de materia prima procesada
Humidificacion
Moldeado
Secado
Cocción
Almacenaje
Uso del ladrillo en la construcción moderna:
Los ladrillos son utilizados en cerramientos, fachadas y particiones. Se utiliza principalmente para construir muros o tabiques. Actualmente el ladrillo también ha adquirido un rol decorativo dentro de la construcción, esto es debido a la gran variedad de diseños, texturas, formas y colores que han incorporado los nuevos fabricantes.
Tal es así que el mejor uso del ladrillo (fin constructivo o decorativo) depende del tipo de ladrillo que se utilice, así tenemos:
•Macizos: este tipo de ladrillos son planos, poseen una de sus caras a un nivel más bajo, a la que se le denomina hundido, es aquí donde se aplica el material de agarre (cemento, arenisca, etc.).
• Especiales: son de formas variadas por lo que se adaptan a lugares difíciles, lo que supone una gran ayuda a la hora de rematar el trabajo. Los hay con doble canto, terminados en curvas, con ángulos esquinados y con puntas redondeadas.
• Perforados: tienen agujeros que los atraviesan de lado, de este modo el agarre traspasa el ladrillo entero y fusiona las distintas piezas como si fueran una.
• Huecos: constituyen una verdadera muralla contra la humedad. Su peso es muy reducido y tienen múltiples aplicaciones en la construcción como levantar dobles muros entre los cuales insertar materiales aislantes.
Aunque se pueden colocar a hueso, lo habitual es que se reciban con mortero. La disposición de los ladrillos en el muro se conoce como aparejo, existiendo gran variedad de ellos.
Aquí un pequeño video de la visita guiada a la CANTUTA: